La mitología inventada por J.R.R. Tolkien posee una cualidad intrínseca que la diferencia de otros mundos imaginarios: es profundamente verosímil. Tal coherencia hunde las raíces de su credibilidad última en los idiomas ideados por el autor desde sus años universitarios en Oxford. Pero hay algo incluso más profundo. El modo en que historia, leyenda y mito se funden en una síntesis luminosa, profundamente deseable, procede de algo que el propio Tolkien afirma en su ensayo Sobre los cuentos de hadas : que esas tres realidades están hechas de la misma materia, la verdad. Al proceso de imitaciónde esa verdad el autor lo llamó subcreación, la capacidad que el artista posee para otorgar a sus obras una profunda semejanza con el obrar creativo que es prebenda única de Dios.
El cuidado es la cualidad esencial de la condición humana y conforma el modo propio de estar aquí y ahora. Luigina Mortari reflexiona en esta obra sobre el arte de existir, entendido como la capacidad de dar sentido al tiempo y de llevar una vida auténtica a partir del conocimiento de la propia interioridad, lo que solo se puede lograr afrontando el mundo exterior. Al revivir el sentido del autocuidado, fundamental en la Antigüedad pero hoy síntoma de individualismo y retraimiento interior, subraya su valor ético y social, en un provechoso diálogo entre el pensamiento clásico y la fenomenología del siglo XX.
BEN CLARK: No es poesía. No es narrativa. Y no es, desde luego, ficción. Vida condensada que nos llena de vida y armonía.
ERIKA MARTÍNEZ: Ajeno al imperio del desencanto, Jesús Montiel convierte la sencillez revelada en un laboratorio subjetivo. Devuelve a quien mira una candidez incómoda para el cinismo de nuestro presente, y es justo por ello muy necesaria.
ALFONSO TORRECILLAS: En su poesía y simplicidad recuerda al entusiasmo vital de los libros de Bobin: un entusiasmo nada ingenuo, sino arraigado en el ser del hombre y en su sentido de la trascendencia.
JUAN GRACIA ARMENDÁRIZ: Toca con delicadeza y honestidad casi escandalosa asuntos que no suelen ser enunciados. Acaso escandalice a los beatos de lo intrascendente. Lejos de la bisutería espiritual, donde la búsqueda de la otredad se rodea de budas de plástico, Montiel se toma muy en serio su forma de estar y el vínculo con lo sagrado.
JUAN MARQUÉS: Montiel, vaticinamos, se va a ir convirtiendo en un fenómeno creciente, va a ir ganando más y más lectores, va a ir convenciendo con sus silencios y haciéndose fuerte con su delicadeza ( ) Literatura es una palabra muy pobre y pequeña para lo que él hace. Lo suyo es vida escrita, una ventana abierta a todo lo que importa.