Te quiero plantear un noviazgo para aspirar a un matrimonio feliz. Un noviazgo para conocerse, para discernir, para aprender a amar. Diez cuestiones a tener en cuenta, temas de conversación que no se pueden omitir?
«El noviazgo no es un matrimonio en miniatura». Es mucho más importante que eso.
Hablamos de un sexo revolucionario, de lo más healthy: eco sex power sin plásticos ni hormonas. El sexo más seguro: «una con uno para siempre».
Te hará pensar: «¿sentimiento o voluntad de amar?» «¿Decidimos con la cabeza o con el corazón?» «¿Me conviene o no me conviene?» «¿Amor hasta que dure o para siempre?» «¿Se puede?».
«El amor no se prueba, el amor se entrega» Y con cabeza decidimos a quién, porque «una relación no se encuentra, una relación se construye».
Rupturas, segundas oportunidades, noviazgos a distancia, conocerse por redes, cohabitar antes de casarse, el miedo al compromiso, la futura familia política?
Un libro de lectura muy fácil, políticamente incorrecto. Lo que leerás aquí no lo cuenta el mundo, más bien todo lo contrario? Puede que te choque, seguro, pero léelo sin prejuicios y decide: «Haz lo que quieras», pero hazlo porque quieres, no porque todos lo hacen. Lo más importante en el matrimonio es el firme convencimiento de amar a una persona con un amor que nos trasciende. Un amor total.
¿Quieres saber cómo?
Albert Camus dijo: «Nos asfixiamos entre gente que cree tener toda la razón», y muchos de nosotros sentimos lo mismo hoy, cuando el aire se está volviendo verdaderamente irrespirable. Las redes sociales son un teatro de sombras donde el debate se sustituye a menudo por el insulto: todo el mundo, temeroso de encontrar alguien que le contradiga, prefiere cazar a cien enemigos. Incluso más allá de X y Facebook, la arena intelectual y política se está convirtiendo en un campo de batalla donde todo vale. En todas partes, los predicadores feroces prefieren atizar el odio antes que iluminar las mentes. Jean Birnbaum pretende reconfortar a todos los hombres y mujeres que se niegan a aceptar el «embrutecimiento» de nuestro debate público y que quieren preservar el espacio para una discusión tan franca como argumentada. Para ello, relee los escritos de una serie de intelectuales y escritores que nunca se contentaron con oponer ideología a ideología, eslogan a eslogan.
Una investigación necesaria sobre la vida de los sintecho en Madrid que ahonda en los límites de la dignidad humana.
No lejos del Palacio Real de Madrid se levanta el centro de acogida más antiguo y grande de España. Turistas y vecinos conviven allí con el colectivo más vulnerable, caótico y olvidado de nuestra sociedad: el de las personas sin hogar. Aquellos a los que no les queda nada salvo un último propósito de supervivencia. Su número sigue creciendo, silenciosamente, en el seno de nuestras ciudades.
Bustos nunca pensó escribir un libro como este. Pero al poco de mudarse sin saberlo al barrio de los sintecho intuyó en ellos un mensaje de dignidad herida que nos interpela a todos, más allá de la empatía momentánea o de la agenda política. Estas páginas desgarradoras son el fruto de un año de investigación periodística sobre el fenómeno del sinhogarismo. Pero conforman también una obra profundamente literaria, deudora de la corriente de sensibilidad que, de Solana a Baroja, señaló las llagas de la España negra con mirada piadosa y sin ápice de condescendencia o sentimentalismo. Una escritura poderosa que restituye lo segundo que pierde quien pierde su casa: el lenguaje.