CANTALAMESSA, RAINERO
Los cristianos, hemos anunciado hasta ahora a Cristo compitiendo y luchando unos con otros, comprome-tiendo así la eficacia del mismo anuncio. ¿Por qué no aprovechar la oportunidad de un nuevo milenio para anunciarlo como único Señor y Salvador, en espíritu de reconciliación y de acuerdo fraternal; respetando mu-tuamente la tradición y directrices de nuestras respectivas Iglesias?