CEBALLOS ATIENZA, ANTONIO
Presentación del editor Primera parte.Apuntes para unos Ejercicios espirituales Preámbulo. El tiempo favorable de los Ejercicios espirituales Una experiencia de encuentro Unos consejos prácticos Un tiempo especial de gracia I«Mirarme desde Cristo»: Principio y Fundamento 1. «¡Descálzate!»: El camino de la oración apostólica 1. Volver al Cenáculo 2. Mirar, contar, escuchar, darse Mirar Contar Escuchar Darse 3. Antes de entrar en los Ejercicios: ¡descálzate! La oración de adoración 4. Bajo la luz del Espíritu: síntesis de este camino de oración apostólica 2. «Señor, tú me sondeas y me conoces»: Dios se nos revela 1. «Señor, tú me sondeas y me conoces...» Dios conoce al hombre Una respuesta del hombre Una experiencia compartida Memoria del origen Una responsabilidad en la historia humana La gracia que pedimos 2. Un apéndice: el Principio y Fundamento y la santa indiferencia La santa indiferencia: ¡qué más da! 3. «¡Señor, que vea!»: el paso del Señor por mi vida cristiana y apostólica 1. Un acontecimiento que ocurre en el «camino»: un ciego que grita Mi posible situación: diversas actitudes y falsas y verdaderas salidas Gritar a Jesús 2. La actitud de la gente: le increpaban para que se callase 3. La actitud de Jesús: se detiene y le llama 4. Actitud del ciego: saltó y vino hasta Jesús 5. Diálogo de Jesús con el ciego 6. El fruto del encuentro: la visión de la fe 7. Jesús, compañero de camino Apéndice. Una clave de los Ejercicios: la repetición 4. «Me sedujiste, Señor»: conocimiento interno de mis pecados 1. Invocación al Espíritu 2. La experiencia de Jeremías Conocimiento interno de mis pecados Descripción de posible situación Criterios para abordar las situaciones 3. Meditación sobre el pecado Algunos rasgos bíblicos del pecado personal y social El pecado social 4. La experiencia de Abrahán 5. «Os daré un corazón nuevo»: gratuidad de la conversión 1. Es necesario invocar al Espíritu 2. Convertirnos: sentir, conocer, aborrecer mi pecado Sentir Conocer Aborrecer 3. La Palabra de Dios nos invita a la conversión 4. Un modelo ejemplar de conversión: santa Teresa de Jesús 5. Sintetizamos los rasgos fundamentales que implica la conversión 6. Conversión del discípulo y apóstol para la alegría de evangelizar Aplicación a la nueva evangelización 6. «¿Quién decís que soy yo?»: el conocimiento de Jesús hace al apóstol 1. Llamados a la alegría de evangelizar: conocimiento de Jesucristo y del Evangelio Conocimiento de Jesucristo 2. El itinerario del conocimiento de Jesucristo ¿Tú quién eres? ¿Qué dices de ti mismo? 3. Estudio del evangelio para conocer a nuestro Señor Jesucristo y su mensaje ¿Cómo se hace este estudio del evangelio? ¿Qué actitudes interiores reclama el estudio del evangelio? 4. El conocimiento de Jesucristo hace al apóstol II«Mirar a Cristo»: contemplación de los misterios de Cristo 7. El misterio de la encarnación de Jesús 1. Conocimiento del misterio de la encarnación para la alegría de evangelizar Las huellas de la encarnación 2. Las huellas de nuestra presencia en el mundo de los marginados, pequeños y pobres El sacerdote, prolongación de Cristo.Llamados a iniciar una etapa de «descenso» si queremos estar cerca de los pobres Llamados a iniciar una etapa de «despojo», sin alforja ni cayado: la pobreza Llamados a iniciar una etapa de «vaciamiento»: hacia la desnudez de la cruz 8. El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo Le llamarán Emmanuel 9. Contemplación de las bienaventuranzas 1. Las bienaventuranzas son el mismo Jesús2. Evangelizar en pobreza una sociedad que ha pasado de la pobreza al bienestar y del bienestar a la pobreza 3. Evangelizar desde una Iglesia pobre La alegría de la pobreza La alegría del compartir La alegría de la ofrenda del sufrimiento 10. El misterio pascual: la resurrección del Señor 1. El milagro de las llagas: mirar, sentir, pensar, amar, sufrir, vivir desde Cristo El milagro de las llagas Sentir Pensar AmarSufrirTolerarse mutuamenteVivir 2. Vivir como resucitados Conocer a Jesucristo resucitado ¿Qué hacen las personas que viven como resucitadas? III«Mirar a los hermanos desde Cristo»: discípulo y apóstol 11. El lamento del Buen Pastor: «Andan como ovejas sin pastor»1. Características fundamentales de Jesucristo, Buen Pastor Jesucristo, como Buen Pastor, tiene «un alma abierta y profunda» Jesús, como Buen Pastor, «ama» El Buen Pastor «conoce» El Buen Pastor siempre toma la iniciativa 2. Somos pastores con el único y buen Pastor 12. El itinerario apostólico de Pedro 1. La primera llamada Confesión de Pedro La travesía pascual 2. La segunda llamada Jesús quiere pasar a Pedro a sus manos Vivir desde Jesús: clave de la vida apostólica Ahora sí es posible la travesía pascual 13. Los consejos evangélicos: seguimiento de Jesús pobre 1. ¿Quiénes son pobres según el Evangelio? La pobreza de María Entrar por el camino de Jesús supone entrar por el camino de vida de pobreza 2. La pobreza de Jesucristo 3. Algunas características de la pobreza evangélica 14. El celibato como compromiso apostólico 1. Más allá de una ley 2. Motivaciones que encontramos en el Evangelio 3. Pautas para una vivencia alegre y gozosa de nuestro celibato 4. Invocamos al Espíritu 15. Vivir la fraternidad como don y tarea 1. Llamados a edificar la vida de fraternidad El estilo de san Pablo La fraternidad apostólica se vive en la Iglesia desde Jesús para el Reino Comunión en su filiación Comunión en su fraternidad 2. Imágenes de fraternidad en el Nuevo Testamento 3. Llamados a vivir la fraternidad apostólica en nuestra Iglesia diocesana Acoger la comunión Compartir la comunión Servir la comunión 4. Y todo ello al servicio de la misión de la Iglesia 5. En tensión hacia el Reino 16. El apóstol Tomás en su travesía pascual: actualidad de su itinerario 1. El itinerario pascual del apóstol Tomás 2. Algunos rasgos sencillos de este itinerario apostólico de Tomás 3. Nuevo y definitivo encuentro de Tomás con Jesús Primer momento: seguir a Jesús desde nosotros Segundo momento: hacer camino desde Jesús 4. Invocamos al Espíritu para alentar nuestra oración 17. María, «Estrella de la evangelización» y modelo de vida apostólica 1. Conocimiento de María 2. La misión de María: su peregrinación en el camino de la fe 3. La travesía de la cruz: María avanza en el peregrinaje de la fe 4. Invocación final al Espíritu Segunda parte.Sugerencias para una espiritualidad de la nueva evangelización Preámbulo: «Evangelizadores con Espíritu» 1. Centralidad de la vida teologal en la vida y ministerio del sacerdote 1. El sacerdote, «hombre de fe» Pérdida de credibilidad en la figura del sacerdote ¿Cómo podría explicarse esta disminución o debilidad de la vida de fe? La falta de testimonio sacerdotal influye en esta pérdida de fe en el sacerdocio ¿Cómo aprender a confiar en sí mismo? Testimonio de san Pablo VI 2. El sacerdote, «hombre de esperanza» ¿Cuáles son las situaciones culturales y pastorales que condicionan la esperanza? La falta de esperanza en el sacerdote ¿Qué puede ofrecer un sacerdote sin esperanza? ¿En qué debe esperar el sacerdote? Características de la esperanza en nuestra vida sacerdotal 3. El sacerdote y la «caridad pastoral» La caridad pastoral incluye la afectividad La caridad pastoral es más que la dedicación y entrega en el ministerio Características de la caridad pastoral La caridad pastoral se expresa en las diversas actitudes de la vida y el ministerio 2. «Sacerdotes con Espíritu» para la nueva evangelización 1. Retrato de un «sacerdote con Espíritu» Un sacerdote con Espíritu «ora y trabaja» Un sacerdote con Espíritu «mira a Jesús y permanece fiel» Un sacerdote con Espíritu «siente pasión por el pueblo» Un sacerdote con Espíritu «se abre a la novedad del Espíritu» Un sacerdote con Espíritu «vive como resucitado» Un sacerdote con Espíritu acoge a María como «Estrella de la evangelización» 3. Claves de una espiritualidad apostólica para la nueva evangelización 1. El conocimiento de Jesucristo hace al apóstol 2. Actitudes que reclama una espiritualidad apostólica Una espiritualidad apostólica alienta la «confianza»Una espiritualidad apostólica «valora y aprecia lo pequeño» Una espiritualidad apostólica se ejercita en un «hacer sosegado» Una espiritualidad apostólica está atenta a los «signos de los tiempos y discierne» Una espiritualidad apostólica fortalece la «fidelidad» Una espiritualidad apostólica promueve la «responsabilidad» Una espiritualidad apostólica fortalece una «paciencia activa» Una espiritualidad apostólica potencia la «sintonía» Una espiritualidad apostólica vive «la alegría y esperanza evangélica» Una espiritualidad apostólica privilegia el cuidado de «la experiencia de la fe» Una espiritualidad apostólica favorece la «comunión y fraternidad apostólica» Una espiritualidad apostólica es «sanante» Una espiritualidad apostólica precisa una «oración apostólica» Una espiritualidad apostólica reclama una «vuelta al Cenáculo» 3. Concluimos con una oración: el Salmo 130
Este libro recoge textos de ejercicios espirituales, charlas y otras reflexiones personales de D. Antonio Ceballos. Pero, más allá de los textos escritos, sobre todo quiere explicitar una vida dedicada, a veces desde la discreción y el sufrimiento, como cualquier padre, al servicio de los sacerdotes. Su lenguaje es directo, coloquial, huye de lo académico para entrar en la dinámica del diálogo personal con Cristo en la contemplación y el estudio del Evangelio; a la vez, alienta una introspección serena en la propia vida sacerdotal, evaluándola a la luz de su identidad de pastor. Un tono cargado de esperanza armoniza el realismo de la vida del sacerdote con la crudeza de los tiempos fuertes que corren: Cristo, Buen Pastor, aparece siempre en el horizonte y se hace cercano para poner su mano en la nuestra y afianzar el cayado que quiere reunir a las ovejas dispersas y buscar a la perdida. El silencio a que nos invitan estas páginas facilita la escucha de la voz del único Pastor, del que nos sentimos rebaño y en cuyo nombre pastoreamos.