FERNÁNDEZ BARRAJÓN, ALEJANDRO
EntradaLa boda de Caná (Jn 2,1-12)1. Invitados a la boda con sus discípulos2. Estaba allí la madre de Jesús3. Faltó el vino4. No tienen vino5. Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí?6. Haced lo que él os diga7. Había allí seis tinajas para las purificaciones, de unos cien litros cada una8. Llenadlas de agua9. Las llenaron hasta arriba10. Sacadlo y llevadlo al maestresala11. Todos sirven primero el vino bueno12. Tú has guardado el vino bueno para el final13. Así, en Caná de Galilea, Jesús dio comienzo a sus signos14. Manifestó su gloria15. Sus discípulos creyeron en él16. Bajó a Cafarnaún con su madre, sus hermanos y sus discípulos17. Se acercaba la Pascua y subió a Jerusalén18. La boda de Caná: una oportunidad para nuestro mundo El vino nuevo y el presente iluminado El vino nuevo y el tiempo regalado El vino nuevo y el asombro estrenado El vino nuevo y la caricia mañanera El vino nuevo y la ingenuidad serena El vino nuevo y el futuro que no llega El vino nuevo y el pasado que nos ata El vino nuevo y el Evangelio de los pobres El vino nuevo y los cautivos de hoy El vino nuevo y los descartados de nuestros días El vino nuevo y la intolerancia El vino nuevo y la utopía en nuestras manos El vino nuevo y el Reino inaugurado El vino nuevo y tú El vino nuevo y yo El vino nuevo y nosotros El vino nuevo y la vida consagrada El vino nuevo y la Iglesia El vino nuevo y los ministerios El vino nuevo y la mujer El vino nuevo y la belleza El vino nuevo y los laicos El vino nuevo y la familia Desde el presente asombrado hacia el futuro apasionado
Dice el autor que este libro surgió al escuchar, impresionado, la hermosa interpretación que un compañero suyo ofrecía de los símbolos que aparecen en el relato de la boda de Caná. Jesús no escogió una cátedra, ni una escuela oficial, ni el Templo, para manifestarse a sus discípulos y comenzar su vida pública y el anuncio del Reino. Escogió una boda, un encuentro festivo de amigos. Algo estaba cambiando de manera sustancial. Una nueva mentalidad se abría paso en nombre de Dios. Una mentalidad que necesitaba contar con lo humano para no descuidar lo divino. Un estilo que muchos, ayer y hoy, no le perdonarán.