TORRALBA ROSELLO´, FRANCESC
Prólogo ¡Basta!I. De la indignación al compromiso 1. La esencia de la indignación 2. La necesaria transición 3. Liderazgo, agenda, diálogo 4. Los claroscuros del compromisoII. No hay futuro sin ética 1. La destrucción de un mundo: avaricia, envidia y soberbia 2. La ética es progreso integral 3. Aquello que no deberíamos haber olvidado nunca 4. Ética por convicción o por necesidad 5. Anatomía de la bondadIII. La red: la gran oportunidad 1. La gran plaza planetaria. La confusión cósmica 2. Luchas compartidas, cómplices lejanos 3. Contra la pobreza material y espiritual 4. Del ciudadano pasivo al internauta activoIV. La alianza entre ética y política 1. Desafección ciudadana y crisis de credibilidad 2. El fin de un modelo: la destrucción del maquiavelismo 3. Las servidumbres de la política 4. Vida, honestidad, justicia y ductilidadV. Consumo responsable. El poder de los ciudadanos 1. Cada pequeño acto es una revolución 2. del hiperconsumo al consumo mesurado 3. Consumo responsable: un valor emergenteVI. La revolución del corazón 1. Manifiesto poscomunista 3.0 2. La verdadera revolución es invisible 3. Sensibilidad hacia el otro 4. Contra la fatalidad: ¡somos libres! 5. De la indiferencia a la misericordia 6. El deber de pacificar el mundoVII. La crisis: valores emergentes 1. La crisis, una oportunidad 2. Solidaridad intrafamiliar 3. ¡Emprender o morir! 4. La sobriedad por necesidad o por convicción 5. La ayuda mutua o la cooperación informalVIII. La tierra: un patrimonio que no nos pertenece 1. Un don recibido 2. Geoética o ética de la tierra 3. Conciencia de la unidad 4. Aprender de las culturas indígenas 5. Pensar en las generaciones futurasIX. La ética en el centro de la vida 1. Una economía al servicio de la persona 2. El aprendizaje de las virtudes cívicas 3. ¿Por qué ser ético?X. Decálogo para un nuevo mundo. Diez tuits intempestivosBibliografía
El libro que el lector tiene en las manos no es un panfleto, pero tampoco un ensayo filosófico en el sentido estricto de la palabra. Es un texto reivindicativo: unas veces con puntos panfletarios que buscan sacudir conciencias; otras, con la pretensión de activar el pensamiento. No sé si lo habré logrado -dice su autor-, pero es lo que me propongo al escribirlo. Un mundo se hunde, pero otro nace. Hemos nacido y crecido entre un paisaje en ruinas. No nos vale llorar. Ni decorarlas. No podemos refugiarnos mientras todo se derrumba y se reduce a pedazos. No lo lograremos con pequeños pedazos. Solo la ética nos puede salvar.